LEMAGOROTE
El parque está lleno de niños, niñeras y cotorras
/el hecho de que describa el escenario como si fuera presentador del circo
"damas , caballeros y ambidiestros"
Yo abrazo su mochila.
/ Abrazar al mochil , al niño que carga...
Antes la abrí: hay dos cuadernos —uno azul, otro rojo— y una cartuchera.
/cartuchera pa'la pistola?
Hoy usó el cuaderno azul. Puso la fecha y la lección del día:
Lo transparente deja pasar la luz.
Lo opaco no deja pasar la luz.
Lo traslúcido deja pasar un poco de luz.
Tiene una tarea: encontrar y clasificar objetos según esas cualidades.
Empiezo a hacerla en mi cabeza: La ventana es transparente
/muy honesta la ventana
: la persiana
es opaca; /estará triste o que la opaca? , suena a que es misteriosa o gótica la persiana
la cortina de Erika es traslúcida. / eso suena a que deja ver el cuerpo desnudo de Erika...a la hora del baño
Es un parque lindo, a pesar de lo mal llevado. Pero los niños no ven eso,
los niños solo ven otros niños, y se miden y se acercan y se huelen como los
perros en las plazas.
/los perros se huelen porque hubo una fiesta a la que era tan formal que no les parecía correcto llevar el culo , así que lo dejaron colgado , luego hubo un terremoto , que hizo que salieran todos despavoridos y agarraron los culos equivocados / ajenos , y por eso andan por el mundo buscando el suyo (la nuca de Houssay)
Estoy
enojada y herida como una víctima de estupro.
/delito
Últimamente me enojo fácil.
«Últimamente» es un lapso confuso en el que caben varias irrupciones.
Hasta hace poco mi vida era un vehículo pequeño que circulaba por un
carril más o menos seguro. Ahora se siente como un camión que puede
derrapar en cualquier momento.
La gata lo arañó —me encamino a la puerta—, dile a él que te cuente.
—Pero ¿está todo bien? —insiste.
/como quieres encajar la realidad en una talla más pequeña?
Me agarra del brazo para retenerme.
Me suelto, me enojo. ¿Cómo «todo bien»? ¿Justo ella me pregunta eso?
¿No tiene suficientes indicios de lo contrario? Respiro. Intento retener el
conjunto de lo que veo
Él sí que era lindo. Muy. Pero no lo llamé. Una de mis taras
de crianza era la imposibilidad de mezclarme con la clase obrera. Ese
mesero tenía mejor sueldo y mejores genes que yo —siguiendo el criterio
que fundamentaba mis taras de infancia—, pero era mesero. En un arrebato
por permitírmelo, le había preguntado si estudiaba o si hacía algo, además
de limpiar mesas —sí, claro, hago cuadros, esculturas, poesía, cirugías,
softwares, documentales, implantes cocleares—.
/¡ como porqué , pero sí , lo que nos imagina , damos opciones?
No, nada, este era un
trabajo full time —su tono era victorioso—, pero tenía franco los lunes. Y
volvió a guiñarme el ojo.
El nombre “franco” proviene del germánico: según algunos es una vieja palabra germánica que significaba “libre”, emparentada con la palabra alemana “frei” o en inglés “free” (der germano *frija que originariamente pdoría haber significado “querido”; está emparentado con la palabra latina “pro-prius”-”propio”). El pueblo de los francos, que habitaba originariamente en la zona oriental al Rin a la altura de la ciudad de “Moguntiacum” (Maguncia, “Mainz”), habría adoptado ese nombre para llamarse los “libres”.Por eso en Argentina nos gusta estar de franco.
Aparece a mis espaldas, en la cocina, mirándome con cierta confusión.
Su bata, sus chancletas, sus mil años: todo puesto.
—¿Qué haces hablándole a esa caja?
Commenti
Posta un commento